¿Ha oído hablar de las Zonas Azules? Si quiere vivir mejor durante más tiempo, los habitantes de estas zonas pueden enseñarle un par de cosas.
Las Zonas Azules son lugares del mundo donde la gente vive más tiempo que en cualquier otra parte del mundo. Los habitantes de las zonas azules no sólo tienen más probabilidades de llegar a los 100 años, sino que además lo hacen con buena salud. Son el centro de una nueva serie de Netflix, Live to 100: Secrets of the Blue Zones.
A principios de la década de 2000, Dan Buettner, investigador y miembro de National Geographic, identificó cinco regiones en las que la longevidad extraordinaria era la norma.
Entonces, ¿cuáles son las 5 zonas azules del mundo?
- Loma Linda, California
Loma Linda es el hogar de una floreciente comunidad adventista del séptimo día en medio de los suburbios estadounidenses modernos y, sin embargo, esta comunidad sigue desafiando las probabilidades sanitarias. La salud es fundamental para su fe, que da prioridad al ejercicio físico y a una dieta vegetariana sana. Ésta incluye abundantes alimentos vegetales ricos en grasas buenas, como los aguacates y los frutos secos, junto con alimentos integrales como la avena, el pan integral, las legumbres y la soja. De media, los residentes de Loma Linda viven alrededor de una década más que el resto de nosotros.
- Ikaria, Grecia
En esta isla griega, situada en el brillante mar Egeo, vivir hasta ser centenario es la norma: uno de cada tres habitantes supera los 90 años. Los habitantes de Ikaria siguen una dieta mediterránea tradicional, considerada una de las más sanas del mundo. Aquí, su dieta se centra en alimentos como patatas, judías, verduras silvestres, hierbas, abundante aceite de oliva y alimentos básicos como leche de cabra, miel y queso feta.
- Okinawa, Japón
Las islas situadas en el extremo sur de Japón eran conocidas como la tierra de los inmortales, por la longevidad de sus habitantes. Se dice que los habitantes de Okinawa padecen menos cáncer, cardiopatías y demencia que los estadounidenses, y que las mujeres de allí viven más que cualquier otra mujer del planeta. Los okinawenses consideran sagrada la comida y aprecian a los amigos de toda la vida. Comen más frutas y verduras y alimentos elaborados con soja que la típica dieta occidental.
Entre los alimentos más populares están el pescado cardiosaludable, el melón amargo, el boniato, el tofu, el ajo, el arroz integral, el té verde y las setas shiitake. Los valores y el propósito de la vida también se consideran sagrados, y se conservan hasta la vejez; el concepto japonés de ikigai es una constante en la vida de Okinawa. Esto va acompañado de una mentalidad que sigue la regla del 80%: dejar de comer cuando el estómago está lleno en un 80%. En Okinawa hay un mantra de 2.500 años de antigüedad -Hara hachi bu- que se pronuncia antes de cada comida para recordárselo a la gente. Se dice que ese 20 por ciento puede ser la diferencia entre engordar o no.
- Cerdeña, Italia
Aunque toda Cerdeña es Zona Azul, se dice que la región de Barbagia tiene la mayor concentración de hombres que viven 100 años o más. En Italia, la comida es vida, y la cocina sarda puede ser la que prolongue la vida de sus habitantes más allá de lo normal. Los platos tradicionales son los protagonistas, con especial atención al aceite de oliva, los productos básicos caseros como el queso y la pasta, las frutas y verduras de cosecha propia, los cereales y el pescado. Una dieta típica incluye leche de oveja, queso, hinojo, habas, garbanzos, tomates, almendras y té de cardo mariano.
- Nicoya, Costa Rica
Los centenarios de Nicoya llevan una vida holística en la que abundan los alimentos integrales, la familia y los objetivos. Comen la mayor parte de sus alimentos en la primera mitad del día, limitando la ingesta de calorías por las tardes, con alimentos centrados en una dieta tradicional mesoamericana como maíz, frijoles, calabaza y tortillas, además de abundantes frutas y verduras como ñames (batatas), plátanos, papaya y palmas de durazno. La naturaleza también desempeña un papel importante en sus vidas, con el sol y el trabajo físico como pilares del estilo de vida nicoyano. La familia y los amigos están en el centro de todo, dándoles un sentido de propósito y pertenencia.
Entonces, ¿qué hacen diferente los habitantes de las zonas azules? ¿Y qué secretos podemos aprender para vivir más tiempo?
He aquí 5 rasgos comunes de las Zonas Azules que favorecen la longevidad:
- El poder de las plantas. El poder de las plantas es lo mejor cuando se trata de vivir más. Según las investigaciones de Dan Buettner, investigador de National Geographic y fundador del Proyecto Zonas Azules, el 95 por ciento de la dieta en las Zonas Azules se compone de alimentos de origen vegetal, con especial énfasis en las judías. Aunque las zonas azules están diseminadas por todo el mundo, cada una de ellas da prioridad a una dieta rica en alubias (habas, lentejas, soja, etc.) y cereales (avena, cebada, arroz integral, maíz, etc.), así como verduras de hoja verde (espinacas, col rizada, acelgas, etc.). La carne es limitada, se consume de media una vez a la semana en pequeñas raciones -del tamaño de una baraja de cartas-.
- Muévete con naturalidad. Las personas más longevas del mundo no sudan en el gimnasio, no pisan el asfalto todos los días ni levantan pesas para conseguir un físico esbelto. Más bien, el ejercicio incidental es la norma y el trabajo físico es habitual. Se ensucian las manos cuidando sus huertos, cultivan y cosechan sus propios alimentos y viven en regiones donde el entorno fomenta el movimiento, por lo que éste se incorpora de forma natural a su día a día.
- Propósito y pertenencia. Hay mucho que decir sobre tener un propósito en la vida y un sentido de pertenencia. Los habitantes de las Blue Zones suelen pertenecer a una comunidad religiosa que les proporciona ambas cosas. De hecho, todos menos 5 de los 263 centenarios entrevistados en el marco del estudio "Lecciones de los más longevos del mundo" pertenecían a algún tipo de comunidad religiosa. Su investigación también reveló que asistir a servicios religiosos varias veces por semana puede añadir hasta 14 años a la esperanza de vida.
- Cambiar de marcha. Las personas que viven en zonas azules también sufren estrés. La diferencia radica en un cambio de hábitos y rutinas diarias que incluya tiempo para relajarse y cuidarse. La investigación nos dice que el consumo habitual de alimentos nutritivos, la actividad física regular e incluso el sueño constante pueden contribuir a llevar un estilo de vida saludable. En Ikaria la gente se echa la siesta a diario y los adventistas observan el Sabbath garantizando que se reserva tiempo para la iglesia y para una conexión de calidad con la familia y los amigos.
- Amigos y familia. Los círculos sociales en los que los amigos íntimos y la familia se apoyan mutuamente son comunes en las Zonas Azules. En Okinawa, el término "moais" se refiere a un grupo de amigos de larga data que te apoyan a lo largo de la vida. Y las personas de las que uno decide rodearse también importan, porque la positividad y el comportamiento saludable son contagiosos. Las investigaciones sugieren que los individuos pueden ejercer lo que se denomina un "efecto contagio" a través de la asociación. Los hábitos de vida y sus efectos indirectos, como la obesidad y la felicidad, se transmiten a través de los vínculos sociales.
¿Quieres comer como si vivieras en una zona azul? A estas alturas, probablemente ya habrá adivinado que la dieta desempeña un papel importante en la longevidad.
"Cuando nos fijamos en las personas más longevas del mundo, ya sea en Asia, Europa, América Latina o Estados Unidos, comen entre un 90% y un 100% de alimentos integrales de origen vegetal", afirma Dan Buettner.
"Los cinco pilares de todas las dietas de longevidad del mundo son los cereales integrales, las verduras, los tubérculos como el boniato, los frutos secos y las judías. De hecho, si comes una taza de judías al día, probablemente estarás añadiendo unos cuatro años a tu esperanza de vida".
https://www.sanitarium.com/au/health-nutrition/nutrition/blue-zones-secrets-to-longevity
