Adriana Perez

"Todo me ha parecido interesante. El pastor Ted Wilson habló de la necesidad de regresar al altar de Dios porque a veces nos despistamos y dejamos a un lado a nuestro creador. Debemos reunirnos más a menudo ya que es un encuentro espiritual. Esto nos da la oportunidad de conocer a más personas y se piensa que así será la reunión en el cielo", resaltaba con emoción Nancy Grandes.

El congreso nacional “De vuelta al altar, Juntos en la palabra de Dios” tuvo lugar el fin de semana del 14 de junio en Madrid, donde más de 4000 personas asistieron al evento. Sin duda, fue una bendición para cada uno de aquellos que lo vivieron, una oportunidad para servir, así como para aumentar el conocimiento, adentrándonos como comunidad en la palabra de Dios.

De vuelta al altar es una necesidad que cada uno de nosotros sentimos cuando volvemos a los brazos de Dios. Es la renovación de nuestra fe, es donde reconocemos y buscamos una reconciliación con nuestro Salvador, un recompromiso de volver a participar en las obras que enaltecen a nuestro Dios. Pero aún más importante, es la búsqueda de dirección espiritual que nos ayuda a encontrar el camino que tanto anhelamos. “De vuelta al altar” es permitirnos regresar a una relación más profunda y comprometida con nuestro creador.

El congreso contó con invitados especiales como el pastor Ted Wilson, Ramón Canals, Williams Costa Jr. y Jonatán Tejel, quienes compartieron el mensaje al pueblo de Dios, recordándonos que “de vuelta al altar” es más que una necesidad, es la “oportunidad de entender la relación con Dios a través de la Biblia, de la oración personal y del poder de los grupos pequeños”.

“Qué linda oportunidad para pastores e iglesias trabajar juntos en la obra del Señor. Dios te pide que seas fiel a la misión, mantén la mirada fija en Dios. Mantén tus ojos puestos en la palabra de Dios y Él te enviará a cada lugar de España para proyectar el mensaje en todo el país”, así fue el mensaje emotivo en la mañana del sábado de Ted Wilson, presidente de la conferencia mundial de la iglesia Adventista. Así es como Dios trabaja, así es como Dios actúa.

Débora, junto con su esposo Vinicius, había viajado desde Valencia para poder asistir al congreso: “Me pareció una muy buena iniciativa, sentía falta de eventos así en España. Ha sido una buena oportunidad para la gente conectarse con viejos amigos y también para conocer nuevas personas”, explicaba Débora.

Además de contar con la presencia de estos increíbles pastores, pudimos alabar a Dios incansablemente a través de los diferentes cánticos especiales por las diferentes iglesias de España. Pero, aún más, tuvimos la experiencia de ver en vivo al grupo musical Arautos Do Rei, quienes nos deleitaron con sus voces talentosas cantando alabanzas para Dios. Sin embargo, hay que resaltar lo más hermoso de todo el congreso: todas aquellas almas que fueron entregadas a Dios en bautismo. ¡Gloria y honor eterna sea para nuestro Dios! Cada una de las personas fue testigo de un evento espectacular, con testimonios que nos hacían recordar cuán bendecidos somos y la fidelidad de Dios.

Durante los tres días, el congreso dispuso de diversos ministerios, como el Ministerio de la Mujer, AEGUAE (que es una asociación de estudiantes y graduados universitarios adventistas en España) y el Ministerio de las Posibilidades. Un muchachito de 10 años me relataba cómo ayudaban a las iglesias a crear un ambiente más adaptado para incluir a las personas sordomudas. “Estoy aquí, la gente se acerca a mí y yo le cuento de qué se trata todo esto, no tengo vergüenza”, comentaba Abel. Todos y cada uno de estos ministerios tenían una función muy importante: dar a conocer su trabajo y cómo otras personas pueden ser parte de estos grandes equipos. “Conocí varios ministerios de los cuales nunca había oído hablar, como el Next Meet o la misión voluntaria a Guinea-Bisáu que Safeliz organizará”, contaba Débora, impresionada ante la cantidad de oportunidades dentro de nuestra iglesia.

No obstante, cada una de las personas se ha llevado algo único y especial de este congreso, sea la alabanza, el mensaje, los testimonios, las amistades o los talleres, pero siempre con un mismo lazo - Jesús. Él es el lazo que nos mantiene unidos ante nuestras diferencias como seres humanos que somos. Débora expresaba que se sentía “muy feliz de poder ser parte de este evento. Las predicaciones y los talleres me han confirmado el hecho de que Jesús volverá pronto y que tenemos mucho trabajo que hacer. Todos tenemos una misión y ya es tiempo de trabajar”.

Fotos: Hope Media ES (Misha Kulishenko)