Denis Kaiser
La mayoría de los estudiantes que aplicaron esta forma de acercarse a Elena de White han testificado que revolucionó su percepción de ella como persona, de su ministerio y de sus escritos.
Hace unos años discutía con un grupo de estudiantes el tema del amor de Dios en los escritos de Elena de White (1827-1915). Un estudiante respondió: "Conocí a Ellen White a través de un grupo que estaba muy orientado a la ley, y eso hace que me resulte difícil encontrar el amor de Dios allí".
Según mi experiencia, la mayoría de los adolescentes y adultos jóvenes han experimentado una dura introducción a los escritos de Ellen White, donde se la ha utilizado como árbitro de la doctrina pura, juez de la interpretación correcta y regla para cuestiones de estilo de vida. No fue hasta que "probaron" sus escritos por sí mismos que su percepción mejoró. Esto plantea la cuestión de cómo debemos introducir a la gente en los escritos de esta importante figura histórica que fue decisiva en la fundación de la Iglesia Adventista del Séptimo Día y que todavía influye en la vida de muchas personas hoy en día.
¿Por dónde empezar?
Uno podría preguntarse: "Ellen White escribió tanto. ¿Por dónde empiezo? Muchos de sus lectores contemporáneos la conocían personalmente, la habían conocido o habían leído sus frecuentes artículos en publicaciones periódicas adventistas. Por lo general, conocían los motivos centrales y los temas recurrentes en sus charlas y escritos, lo que les permitía leer sus libros con ese conocimiento como telón de fondo.
Hoy nadie puede presumir de haber conocido, encontrado u oído personalmente a Ellen White. Sin esa experiencia, estamos en desventaja para comprender las cosas que ella escribió específicamente para personas con ese trasfondo. De ahí que sus escritos sean a menudo malinterpretados y mal utilizados.
Aunque no podemos tener la experiencia de primera mano con Ellen White que tuvieron sus contemporáneos, creo que podemos acercarnos a sus escritos de un modo que nos permita desarrollar una perspectiva similar. Este "método" se basa en la realidad de que algunos de sus escritos fueron escritos específicamente con un público adventista en mente, mientras que otros escritos fueron escritos para un público amplio, tanto adventista como no adventista.
Mientras que el último grupo de escritos no requería ningún conocimiento sobre Ellen White como persona o su afirmación de inspiración divina, las publicaciones para un público adventista podían esperar al menos una comprensión básica de esos puntos. Sugiero empezar con los escritos que no requieren ningún conocimiento de fondo sobre Ellen White.
Escritos para un público amplio
En esta categoría hay escritos sobre una serie de temas, como la salvación, Jesús, el conflicto cósmico, la educación y la salud. Sus ideas centrales se hacen especialmente visibles a medida que avanzamos, permitiéndonos ver cómo impregnan todos sus escritos.
Un buen punto de partida hacia sus ideas más importantes es El camino a Cristo, publicado originalmente en 1892 por el editor evangélico Fleming H. Revell. Escrito desde una perspectiva wesleyana-arminiana, este pequeño libro revivalista presenta una hermosa descripción del carácter de Dios y ofrece pasos prácticos sobre cómo llegar a ser cristiano y permanecer en él. El libro explica muchos de los temas clave y los énfasis de su ministerio en su conjunto: amor, autenticidad, espiritualidad, compromiso, crecimiento, alegría.
La pasión por Jesús y las Escrituras impulsó su ministerio y su interacción con otras personas. En su narrativa del conflicto cósmico, Jesús es la manifestación definitiva del amor desinteresado de Dios, centrado en los demás. El Deseado de todas las gentes (1898), El discurso maestro de Jesucristo (1896) y Palabras de vida del gran Maestro (1900) tratan de la persona, la vida, las enseñanzas y la muerte de Jesús. Los dos últimos libros, que abarcan el Sermón de la Montaña y las parábolas, iban a formar parte originalmente de El Deseado de todas las gentes, pero como ese libro había crecido demasiado, se publicaron por separado.
Sus otros libros sobre la narrativa del conflicto cósmico -Patriarcas y profetas (1890), Profetas y reyes (1917), Los hechos de los apóstoles (1911) y El conflicto de los siglos (1888, 1911)- giran en torno al carácter del amor de Dios. Utilizando las palabras "Dios es amor" como primeras palabras en Patriarcas y Profetas y como últimas palabras en El conflicto de los siglos, empleó esas palabras de 1 Juan 4:16 como marco para toda la narración.
En La educación (1903), subrayó que "el amor, base de la creación y de la redención, es la base de la verdadera educación "1. El amor desinteresado a Dios y a los demás es la base del servicio desinteresado y de todo verdadero desarrollo.
Esto se facilita mejor mediante el desarrollo armonioso del cuerpo, la mente y el alma. Dado que el verdadero amor desinteresado requiere libertad de voluntad, la "verdadera educación" tiene como objetivo formar "a los jóvenes para que sean pensadores, y no meros reflectores del pensamiento de otros hombres".2
Por último, los mismos motivos reaparecen en El Ministerio de Curación (1905), un manual para el ministerio desinteresado a los necesitados físicos, emocionales y espirituales. Este tipo de ayuda ilustra el amor de Jesús, convirtiéndose en un "poder vitalizador" que "toca con curación" "cada parte vital: el cerebro, el corazón, los nervios".3 La ilustración práctica del amor de Dios se convierte así en una herramienta importante para llegar a la gente en el contexto de la narrativa cósmica.
Escritos para un público limitado
Ver su enfoque en el amor de Dios manifestado en Cristo y cómo se manifiesta en nuestras vidas individuales nos prepara para pasar a los escritos de Ellen White para un público adventista. Puesto que esos escritos se referían a menudo a situaciones y circunstancias particulares, es útil conocer el contexto en el que fueron escritos. El libro Life Sketches (1915) proporciona una buena visión general de su vida, familia, experiencias, visiones, viajes y mucho más.
El libro Notas biográficas de Elena G. de White, volumen 1, 1845-1859, intenta poner a disposición su interacción personal y su inspirado consejo con el telón de fondo del contexto histórico. Esto también puede explicar por qué su hijo W. C. White (18541937) expresó la necesidad de que los Testimonios para la Iglesia (1855) se publicaran con información histórica de fondo.4
Ellen White publicó algunos escritos para grupos específicos de la iglesia, que presumiblemente conocían el enfoque principal y los énfasis de su ministerio. The Southern Work (1898, 1901), Obreros Evangélicos (1892, 1915) y Consejos para los Msestros (1913) encajan en esta categoría. La lectura de esos escritos desde la perspectiva adquirida a través de la lectura de sus obras para el público general resultará beneficiosa.
Después de descubrir los principales énfasis de Ellen White, aprender sobre ella como persona y comprender la naturaleza general de los testimonios, estaremos mejor preparados para acudir a las compilaciones póstumas de sus escritos, como Consejos sobre el Régimen Alimenticio (1938), El Evangelismo (1946), La Temperancia (1949), El Hogar Cristiano (1952) y muchos otros.
Muchas de las declaraciones de Ellen White citadas en las compilaciones se hicieron originalmente para abordar circunstancias específicas. Esto debe tenerse siempre presente. A veces ella dio lo que parecían ser consejos contradictorios a diferentes personas, pero, ella pudo haber estado aplicando diferentes principios bíblicos dependiendo de las circunstancias y los asuntos.
La mayoría de los estudiantes que han aplicado esta forma de acercarse a Ellen White han testificado que revolucionó su percepción de ella como persona, de su ministerio y de sus escritos. No sólo crea una perspectiva más equilibrada, sino que les permite apreciar el contenido de esos escritos en armonía con su intención y propósito originales.
1 Ellen G. White, Education (Mountain View, Calif.: Pacific Press Pub. Assn., 1903), p. 16.
2 Ibídem, p. 17.
3 Elena de White, El ministerio de curación (Mountain View, California: Pacific Press Pub. Assn., 1905), pág. 115.
4 W. C. White a Guy Dail, 28 de agosto de 1929.
https://www.adventistworld.org/how-to-read-ellen-whites-writings-today/