Puesto que se supone que no debes "dejar que se ponga el sol mientras aún estás enojado" (Ef. 4:26), ¿cómo manejas un asunto con tu cónyuge que no puede resolverse antes de que se ponga el sol, cuando el asunto requiere más tiempo para resolverse?

La ira suele ser una respuesta a un peligro percibido para uno mismo o para otra persona. También es una respuesta a la frustración, que desde hace tiempo se ha identificado como causa de la ira y de la hostilidad subsiguiente.

Sin duda, la ira suele destruir la paz en las relaciones. Cuando uno está enfadado, tiende a hacer o decir cosas de las que luego se arrepiente. Ésa es una de las razones por las que el sabio Salomón dijo: "Más vale una persona paciente que un guerrero, y una con dominio de sí misma que la que toma una ciudad" (Prov. 16:32). Más adelante el escritor declara: "Como una ciudad cuyos muros han sido derribados es una persona que carece de dominio de sí misma" (Prov. 25:28).

El consejo de Salomón es impecable. Las relaciones siempre van mejor cuando aprendemos a controlar nuestra ira. Si no lo hacemos, a menudo nos vemos obligados a retractarnos de lo que dijimos o hicimos en un momento de ira incontrolable. Curiosamente, Salomón se refiere a la realidad de comportarse fuera de control -a menudo cuando la ira está presente- como "una ciudad cuyos muros están rotos", en resumen, un lugar inseguro para la morada humana.

Su pregunta se refiere directamente al texto: "Enfádate y no peques. Que no se ponga el sol sobre tu ira" (Ef. 4:26). Aquí, el apóstol Pablo utiliza en realidad el lenguaje del Salmo 4:4, y matiza lo que una persona de fe debe hacer cuando se enfada, que no es pecar.

El lenguaje elegido por el apóstol Pablo acerca de la presencia de la ira en la vida de los cristianos, deja claro que si permitimos que esa emoción aflore, debe ser una emoción contenida y controlada, en lugar del comportamiento explosivo que invariablemente caracteriza a la ira no contenida. "Gobernar el propio espíritu", o permitir que Dios tenga el control de nuestras vidas, obliga a los creyentes a vivir en paz.

Aunque muchos consideran que el consejo de Pablo es literal y se apresuran a arreglar las cosas antes de que se ponga el sol el día en que aflora la ira -y ésta no es la única aplicación que se puede sacar del texto-, la intención de Pablo es mucho más amplia. Pablo ve la noche como un momento de descanso, renovación y reconexión con Dios, y ofrece consejos que nos pondrán en un estado de ánimo que maximice esta experiencia.

Es cierto que una situación puede tardar más de una noche en resolverse. Sin embargo, Pablo está sugiriendo que, al menos en el corazón de los cristianos, debería haber cierta resolución en torno a las situaciones problemáticas. Después de todo, Jesús dijo: "La paz os dejo; mi paz os doy. No os la doy como la da el mundo. No se turbe vuestro corazón ni tengáis miedo" (Juan 14:27).

Por eso, a pesar de lidiar con dilemas perturbadores que invariablemente afloran en la experiencia de los creyentes y sus respectivos cónyuges, esa realidad no puede ser mayor que la paz que Jesús ofrece. La paz de Dios trae la seguridad de la calma, la compostura, el descanso y la serenidad para Sus hijos. David sugiere en el Salmo 4:4 que contemplemos las situaciones traumáticas con compostura y dependencia de Dios.

Independientemente de lo difícil que sea la situación, uno debe tener una actitud imperturbable antes de poder resolver plenamente cualquier situación enojosa con su cónyuge. Recuerda siempre la promesa de Jesús: "Para el hombre esto es imposible, pero no para Dios; todo es posible para Dios" (Marcos 10:27).

Usted y su cónyuge continuarán en nuestras oraciones mientras confían en que Dios les ayudará a resolver sus diferencias, para que su matrimonio le dé honor y gloria a Él.

Willie Oliver, PhD, CFLE, ministro ordenado, consejero pastoral y sociólogo familiar, es director del Departamento de Ministerios de Familia en la sede mundial de la Iglesia Adventista del Séptimo Día.

Elaine Oliver, MA, CFLE, educadora y psicóloga consejera, es directora asociada del Departamento de Ministerios de Familia. Puede comunicarse con ellos en Family.Adventist.org, o en HopeTV.org/RealFamilyTalk.

https://www.adventistworld.org/real-family-talk-dont-go-to-bed-angry/